En el marco de la Revisión Estratégica de Defensa el Reino Unido suscribió un acuerdo que incorpora nueva tecnología militar destinada al Indo-Pacífico, aunque por sus características podría ser desplegada en el Atlántico Sur.

Australia y el Reino Unido acaban de firmar en el estado australiano de Victoria el Tratado de Geelong. El mismo tiene como objetivo la construcción de 12 nuevos submarinos a propulsión nuclear del tipo SSN-AUKUS para el Reino Unido y 5 para el gobierno australiano. Esta alianza marítima anglosajona proyecta destinar alrededor de 400.000 millones de dólares para este programa. La mayor carga financiera corre por cuenta de Australia mientras que el diseño, tecnología y construcción queda en manos del Reino Unido y los Estados Unidos.
Este nuevo acuerdo bilateral tiene una vigencia de 50 años y se realiza bajo los auspicios del AUKUS, acuerdo firmado en septiembre de 2021 entre Estados Unidos, Australia y el Reino Unido. El objetivo de ese acuerdo, más allá de la retórica, es contener el ascenso de China, principalmente en la cuenca del Indo-Pacífico suministrando a Australia nuevos submarinos de propulsión nuclear.
China ha denunciado esta alianza argumentando que viola el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares al sumar a Australia al selecto club de países con submarinos de propulsión nuclear. También acusa a esta alianza trilateral de incrementar la carrera armamentista y de utilizar a Australia como un simple “peon” de los intereses norteamericanos.
Según medios especializados esta nueva generación de submarinos de propulsión nuclear tienen características superiores de sigilo, velocidad, maniobrabilidad, capacidad de supervivencia y resistencia casi ilimitada, en comparación con los submarinos convencionales. Están equipado con armamento convencional y preparado para misiones de inteligencia, vigilancia, guerra submarina y ataque. Además pueden operar en áreas en disputa con un menor riesgo de detección, desplegar vehículos submarinos no tripulados y también transportar armas más avanzadas y en mayor cantidad.
Por razones estratégicas y geopolíticas Argentina debería estar atenta a este salto cualitativo que da Gran Bretaña en términos de tecnología y poderío militar considerando la existencia del enclave neocolonial-militar que el Reino Unido posee en el Atlántico Sur, en especial Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
Aunque el AUKUS tiene como finalidad contener la influencia estratégica de China en el Indo-Pacífico, el Reino Unido ha confirmado en su Revisión Estratégica de la Defensa que uno de sus objetivos es la protección de sus territorios de ultramar que “ incluye mantener una postura militar defensiva en las islas Malvinas (Falkland), Georgias del Sur y Sándwich del Sur, así como en otros intereses británicos, incluyendo la defensa del sistema del Tratado Antártico”.
El Reino Unido ha violado reiteradamente el derecho internacional en el Atlántico Sur. Entre otros desconoció sistemáticamente la Resolución ONU 41/11 que crea la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS) manteniendo una injustificada y desproporcionada presencia militar en Malvinas. También infringió lo establecido el Tratado de Tlatelolco al introducir armas nucleares en una región tutelada por este instrumento multilateral. De allí que existen sobradas razones para anticipar que el Reino Unido utilizará los futuros submarinos nucleares, cuyo rango operativo alcanza las Islas Malvinas, para ejercer mayor amenaza, control e influencia en el Atlántico Sur.