Yamandú Orsi y Pedro Sánchez fijan como prioridad la cooperación en materia de seguridad frente a la creciente y sofisticada actividad del crimen organizado que afecta ambos países

En la reciente visita a Uruguay, el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez y su par Yamandú Orsi se firmó una serie de acuerdos que profundizan la relación bilateral y fortalecen la cooperación entre ambos estados.
Sin embargo, sin restar relevancia a otros temas de la agenda bilateral, merece subrayarse la firma de un acuerdo de cooperación en materia de seguridad y lucha contra la delincuencia transnacional.
“Uno de los acuerdos que veníamos buscando hace mucho tiempo es el de cooperación en seguridad y lucha contra la delincuencia” reconoció a presidente uruguayo quien hace un par de meses lanzó el Sistema Integrado de Lucha contra el Crimen Organizado y el Narcotráfico. Desde la perspectiva española, Pedro Sánchez también enfatizó que se trata de un «acuerdo prioritario» para ambos Estados.
Esta iniciativa no hace más que reconocer la creciente importancia que tiene el narcotráfico en la región, especialmente en puntos críticos como son las actividades marítimas y portuarias. El hecho de que más del 80% del comercio mundial se realice por mar y por ríos ha creado oportunidades para que las organizaciones criminales vulneren los sistemas de seguridad y “contaminen” con drogas los contenedores que trasladan mercadería legitima.
Según Juan Andrés Duarte, Presidente Ejecutivo AAPA Latam “Las rutas marítimas desde América del Sur hacia Europa y América del Norte son las más utilizadas por los narcotraficantes debido al alto tráfico comercial y a la dificultad de inspección total de los contenedores. También agrega que “Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el 90% de la cocaína mundial proviene de América del Sur, con el 70% transportado a través de rutas marítimas.”
También la Hidrovía Paraguay-Paraná que conecta en su recorrido más de 3.400 kilómetros de ríos de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay con el océano Atlántico “es una puerta de entrada para el transporte de la cocaína fabricada en Bolivia y el Perú a los mercados internacionales”, según alertó en el año 2022 la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. La droga tiene como principales destinos los puertos de Amberes, Rotterdam, Hamburgo, Marsella y varias locaciones españolas como Barcelona, Valencia y Vigo.
En este contexto, el Puerto de Montevideo como lugar de tránsito, así como otros puertos de la región ven agudizado constantemente este problema. Baste señalar, a modo de referencia, que a finales de junio del 2024, las autoridades portuarias de Barcelona confiscaron más de 4.000 kilos de cocaína escondidas en un cargamento de arroz. La droga, que salió de Paraguay y transitó por Uruguay y fue incautada en esa oportunidad por un alerta emitido por el programa Global de Contenedores de Naciones Unidas. Esto demuestra que la cocaína viaja junto a la soja, arroz, carne, lana, vinos y todo otro tipo de producto que los países de la región exportan hacia el resto del mundo. Es oportuno destacar la importancia del acuerdo de cooperación entre Uruguay y España ya que la lucha contra el crimen organizado exige alianzas estatales sino también fortalecer los controles, impedir el lavado de dinero, combatir los puertos clandestinos, sumar nuevas tecnologías, realizar un mayor trabajo de inteligencia, atacar a la colusión entre las Fuerzas de Seguridad, las organizaciones criminales y el involucramiento de algunas empresas cerealeras y fluviales que con o sin su consentimiento han sido parte de algunos episodios criminales. Estas son medidas que reducen los riesgos evitando pérdidas económicas pero también el prestigio y reputación que son aún más valiosos para atraer nuevos negocios e inversiones a la región.