Entre el 17 y 19 de setiembre pasado se realizó en Beijing la 12° edición del Foro de Xiangshan,´ámbito en el que fue debatida una amplia agenda sobre los principales desafíos que representa para la paz la proliferación de conflictos y el incremento del gasto militar. La persistencia de enclaves coloniales, con mención particular a la cuestión de las Malvinas en el Atlántico Sur, ocupó un lugar destacado en las sesiones dedicadas a América Latina.
Por Francisco Cafiero
Bajo el lema “Defender el orden internacional y promover el desarrollo pacífico”, entre los días 17 y 19 de septiembre se celebró en Beijing la 12ª edición del Foro de Xiangshan. Este encuentro, organizado por la Asociación China de Ciencias Militares y el Instituto de Estudios Estratégicos Internacionales, se ha consolidado como un espacio central de debate sobre defensa y seguridad internacional.
El Foro reunió a delegaciones gubernamentales, representantes de organismos internacionales como la ONU, la Cruz Roja y la OTAN, junto con medios de comunicación especializados, think tanks, académicos y analistas de más de sesenta países.
Contexto y análisis del 12º Foro de Xiangshan
El foro se desarrolló a dos semanas de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Tianjin, donde China evidenció su fuerza de convocatoria y cohesión, con la presencia de Estados miembros, observadores y representantes de la ONU. Asimismo, se realizó pocos días después del imponente desfile militar del Ejército de Liberación Popular el 3 de septiembre, en conmemoración del 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Durante el Foro, se destacó el diagnóstico de un mundo inestable, inseguro e incierto. Varias intervenciones señalaron la ausencia de un orden global efectivo y la necesidad de evitar la escalada hacia un posible conflicto de escala mundial. Quedó en evidencia que el orden internacional actual dista de la configuración de la Guerra Fría.
La proliferación de conflictos y el elevado gasto militar reflejan que se invierte más en la guerra que en la paz. La creciente participación de actores no estatales en conflictos internacionales armados se identificó como un desafío recurrente para la estabilidad global.
Otros temas críticos que se abordaron incluyeron la crisis climática, sus efectos sobre la seguridad y la estabilidad global. También se abordaron los problemas para la seguridad internacional de los desplazamientos forzados de personas, la desigualdad social y la persistencia de enclaves coloniales, con mención particular a la cuestión de las Malvinas en el Atlántico Sur en las sesiones dedicadas a América Latina.
Las matanzas en Gaza y la acción del Estado de Israel contra el pueblo palestino generaron un debate marcado, con críticas al gobierno de Netanyahu. Muchos coincidieron en que la resolución del conflicto requiere el reconocimiento de dos Estados como condición necesaria para alcanzar la paz.
El foro también puso el foco en los desafíos de la inteligencia artificial y la “IA Warfare”, analizando cómo estas tecnologías modifican las nuevas formas de guerra y la urgente necesidad de establecer mecanismos de gobernanza internacionales, esto también tomado como un imperativo ético y moral. Asimismo, se discutió la falta de cumplimiento del derecho internacional por parte de grandes potencias, la ausencia de transparencia y la necesidad de reforzar la rendición de cuentas (“accountability”).
Se abordó también el debilitamiento de las Naciones Unidas, con un consenso sobre la urgencia de modernizar el sistema multilateral imperfecto, pero aún único y necesario tras su 80º aniversario. Vale aclarar que China hizo una presentación exclusiva sobre su papel en las misiones de paz bajo mandato de las Naciones Unidas, y sus cascos azules fueron parte del desfile el pasado 3 de septiembre. En síntesis, se destacó la necesidad de establecer un nuevo orden mundial, más cooperativo y adaptado a los desafíos actuales (crisis climáticas, humanitarias, el avance tecnológico, los efectos de la recurrente aparición de actores no estatales, respeto a las normas internacionales).

Si bien foros como este no tienen carácter vinculante, permiten interpretar el clima internacional y observar la proyección estratégica de China en la actualidad. Iniciativas como la Franja y la Ruta y la Iniciativa Global de Seguridad son herramientas clave a las que China recurre para consolidar su influencia global.
La convocatoria fue diversa, abierta y relevante, mostrando la capacidad china de reunir actores globales sin imponer agendas, apelando al espíritu de la Carta de la ONU y al multilateralismo. En los debates, incluso sobre los temas más sensibles (como Israel, Palestina, Irán, Pakistán, India, Rusia, Ucrania, entre otros), se buscó confrontar los problemas, generar soluciones globales y mantener un diálogo cooperativo.
En conclusión, el 12º Foro de Xiangshan mostró un momento de transición internacional, en el que China se posicionó como anfitriona, manteniendo una sutil centralidad con la capacidad de convocar a múltiples actores y plantear -sin imponer- su visión de un orden global más estable y cooperativo. A contramano de esto, Estados Unidos y otros actores aún no han demostrado una capacidad equivalente de convocatoria y visión multilateral.
El Foro
La agenda fue amplia y se estructuró en sesiones temáticas abiertas y cerradas.
En las sesiones abiertas, que se desarrollaron en dos jornadas en paralelo con expertos, funcionarios y oficiales, se abordaron temas como:
- El significado contemporáneo de la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
- Los caminos para mejorar las relaciones entre Estados y resolver conflictos.
- El 80º aniversario de la ONU y las transformaciones del orden global.
- Gobernanza y aplicaciones de las tecnologías emergentes.
- La evolución científico-tecnológica y las nuevas formas de la guerra.
- Memoria de la guerra y construcción de paz.
- Inteligencia Artificial y seguridad internacional.
- El rol de las Fuerzas Armadas chinas en las operaciones de paz de la ONU.
- La comunidad marítima y la construcción de un futuro compartido.
- Confianza estratégica y cooperación en seguridad en Asia-Pacífico.
- Tendencias en las relaciones entre las principales potencias.
- Cooperación en seguridad internacional en Asia-Pacífico.
- Soluciones políticas a los conflictos armados.
- La situación actual y futura del control de armas.
- La gobernanza de la defensa y la seguridad internacional en América Latina.
Por su parte, las sesiones cerradas trataron asuntos de alta sensibilidad:
- Perspectivas de la crisis de Ucrania.
- Seguridad en Medio Oriente.
- Seguridad en el Noreste de Asia.
- Oportunidades y desafíos en las relaciones entre China y Estados Unidos.
- Nuevas misiones de la Organización de Cooperación de Shanghái.
- Innovación militar, teoría de la guerra y estrategia.
- Responsabilidades de los medios en la cobertura de los conflictos.
El Foro culminó con un plenario de cierre, donde expusieron, entre otros, ministros de Defensa de Sri Lanka, Nigeria, Somalia, Ruanda, Camboya y Bielorrusia; el jefe del Estado Mayor Conjunto de Fiji; el viceministro de Defensa de Irán; el Director General de Asuntos Internacionales del Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia, el secretario general adjunto de la ONU para Operaciones de Paz, Jean-Pierre Lacroix; y una alta autoridad de la Cruz Roja Internacional.
En paralelo al foro, las delegaciones gubernamentales mantuvieron una reunión plenaria con el Ministro de Defensa chino.